Est año, el colegio empieza el ocho de septiembre. Me parece muy fuerte. Queda menos de un mes para volver a estar sometidos al despertador, parece mentira. A mí es que este verano se me está pasando muy rápido, lo pensaba hoy mientras nos preparábamos para nuestra excursión diaria hacia el parque. 

Les veía ahí con sus patinetes, el de Laniña tan cursi, tan nuevito estrenado ayer (la emoción que sintió al ver su patinete de Frozen eclipsa todos mis prejuicios sobre el rosa y las princesas de cuento, al menos de momento y porque son aventureras e independientes)… tan majos, examinando sus vehículos mutuamente, y he visualizado la imagen: los dos patinando por la plaza del pueblo por delante de mí, parsimoniosos porque no tenemos prisa y todo lo que no sea deslizarse tras las palomas da bastante igual.

De pronto, un grito me ha despertado de la ensoñación: que los dos quieren el mismo patinete, oye.

Qué típico.

Tras un cuarto de hora de negociación y una nueva perspectiva hacia la idea de que solo queda un mes para que empiece el cole y podamos tener todos algún ratito de paz, nos hemos puesto en camino hacia el parque. Ah, y al final en carro y sin patinetes 😂